Episodio 4: “Ganadería industrial y enredos humano-cerdo” con Dr. Alex Blanchette

Alex Blanchette, autor de “Porkopolis”, nos habla sobre cómo comenzó a investigar las relaciones entre humanos y cerdos a partir de un interés por entender las relaciones de clase, raza y trabajo en las granjas de cerdos a escala industrial. En el proceso, se dio cuenta de lo entrelazadas que se habían vuelto las vidas de los cerdos y los trabajadores humanos. Como un sitio de trabajo, el cerdo industrial genera 1,100 productos, desde carne hasta papel para impresoras y superficies de carreteras, hechos posibles gracias a la hiperindustrialización de la vida y la muerte y la constante búsqueda de un crecimiento más uniforme. Estas intervenciones radicales en la vida de los animales contínuamente causan problemas tanto para los cerdos como para los humanos con los que están entrelazados. Desde una perspectiva marxista, Blanchette discute cómo los cerdos y las personas sirven al capital a través de 200 trabajos diferentes y se pregunta si una vida centrada en el trabajo es compatible con la salud planetaria, donde las necesidades energéticas del consumismo están transformando el planeta y llevando a la gente a trabajar. Sin embargo, para hacer esto, el capitalismo también requiere una ética de cuidado hacia el producto mismo, el cerdo.
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Alex Blanchette es Profesor Asociado de Antropología y Estudios Ambientales en la Universidad de Tufts. Alex ha escrito ampliamente sobre cómo las transformaciones planetarias están alterando los valores y cualidades del trabajo, mientras ha pasado 15 años investigando la producción industrial de carne. Es el autor de “Porkopolis: American Animality, Standardized Life, and the Factory Farm”, una etnografía del trabajo cotidiano en uno de los complejos porcinos más grandes del mundo y un estudio de los límites biológicos del crecimiento capitalista. Junto con Sarah Besky, también editó el volumen “How Nature Works: Rethinking Labor on a Troubled Planet”, cuyos capítulos cuestionan la sostenibilidad de las sociedades organizadas en torno al trabajo. A la luz del tema de este podcast, su investigación aborda la política de bioseguridad de los animales de granja, enfermedades, resistencia a los antibióticos, lesiones en el lugar de trabajo y, en general, la reconfiguración de clase y racial de los cuerpos humanos y animales a lo largo del siglo XX y XXI.

Transcript

Este podcast fue grabado en inglés. A continuación se muestra la traducción al español del podcast.

EPISODIO 4: “Granjas industriales y enredos entre humanos y cerdos”

00:00:00 Nehla Djellouli: Desigualdades Corporeizadas del Antropoceno formando capacidades en antropología médica, una serie que analiza las afectaciones al bienestar humano y no humano en esta época geológica de profundas transformaciones.

00:00:26 Jennie Gamlin: Bienvenidos a este episodio de Desigualdades Corporeizadas del Antropoceno, un espacio dedicado a explorar la salud y el bienestar de las sociedades humanas y no humanas en esta época geológica. Este podcast es una colaboración internacional entre universidades del Reino Unido, México y Brasil. En esta serie, exploraremos las áreas de investigación de expertos involucrados en temas relacionados con el proyecto, incluyendo experiencias indígenas, ontologías y colonialidad del Antropoceno, reproducción de género y justicia ambiental, etnografía multiespecies y salud humano-animal, COVID-19, epidemias, pandemias y comprensión pública del Antropoceno y toxicidad y exposición a sustancias químicas.

Para este propósito, hemos invitado a Alex Blanchette, profesor asociado de Antropología y Estudios Ambientales de la Universidad de Tufts. Alex ha escrito ampliamente sobre cómo las transformaciones planetarias están alterando los valores y cualidades del trabajo, y lleva 15 años investigando la producción industrial de carne. Es autor de “Porkopolis: American Animality, Standardized Life, and The Factory Farm”, una etnografía del trabajo cotidiano en uno de los complejos porcinos más grandes del mundo y un estudio de los límites biológicos del crecimiento capitalista. Junto con Sarah Besky, también editó el volumen “How Nature Works: Rethinking Labor on a Troubled Planet”, cuyos capítulos cuestionan la sostenibilidad de las sociedades organizadas en torno al trabajo. Considerando el tema de este podcast, su investigación se involucra con la política de bioseguridad de los animales de granja, enfermedades, resistencia a los antibióticos, lesiones laborales y la reconfiguración de clase y racial de los cuerpos humanos y animales en los siglos XX y XXI.

Soy Jenny Gamlin. Soy profesora asociada de Antropología y Salud Global en el Instituto de Salud Global de UCL y en esta ocasión me toca a mí llevar a cabo la entrevista. Así que vamos con Alex. Hola, Alex, ¿podrías comenzar contándonos un poco sobre cómo te interesaste en las relaciones entre humanos y cerdos y el cerdo estandarizado, y qué te llevó a la investigación etnográfica que realizaste para escribir “Porkopolis”?

00:02:40 Alex Blanchette: Sí. Gracias por tenerme aquí, Jenny. Me emociona hablar sobre estos temas. En realidad, debería comenzar diciendo que no creo que empecé este libro enfocándome en las relaciones entre humanos y cerdos o el cerdo estandarizado o incluso en cuestiones ambientales. Cuando propuse hacer este trabajo para ingresar a la escuela de posgrado en 2004, estaba más interesado en las transformaciones de la comunidad rural en la que crecí en Ontario, en donde se veía lo que parecían ser varios cierres de fábricas, un proceso de desindustrialización combinada con un aumento de la producción industrial de pollo y cerdo. Así que, de hecho, propuse ir a la escuela de posgrado para buscar, en los Estados Unidos – que cuenta con las instalaciones de producción de cerdo más industriales del mundo – en parte, por ingenuo que fuera, para ver lo que podría venir en el camino para la comunidad en la que crecí si continuaba en este camino. Y, ya sabes, muchos de mis amigos con los que crecí estaban tomando trabajos como capturadores de pollos por la noche.

Y en 2004-2005, había muy poco escrito sobre lo que significa trabajar en la producción industrial de carne. Sabes, había muchos escritos sobre la ética del consumo, una especie de trabajo germinal sobre la ética animal, pero no tanto sobre lo que significa vivir y trabajar en medio de estos enormes complejos industriales de animales. Entonces, realmente mi idea era tratar de hacer una especie de sociología o antropología del trabajo industrial o del trabajo en fábricas dentro de un lugar – una granja industrial que era ambiguamente parecida a una fábrica o industrial. Me interesaban las relaciones de clase, las relaciones raciales, etc., que subyacían a la producción masiva de la vida y la muerte – lo cual es una forma larga de decir que no me preocupaban tanto los cerdos. Entonces, me mudé a esta área, es un área pseudónima en las Grandes Llanuras de Estados Unidos que anualmente genera, nace, cría y mata alrededor de 7 millones de cerdos y pasé 27 meses allí. Entonces hice muchas cosas diferentes, pero con el tiempo, terminé siguiendo a gerentes, directivos, en casi todas las fases en la producción de vida y muerte. Y también trabajé en la inseminación artificial y entrega de lechones. Y realmente, a lo largo de ese proceso, en muchos sentidos, realmente me enfocaba en el trabajo humano, y quizás irónicamente, estaba incluso menos preocupado por las condiciones de los cerdos que algunos de mis compañeros de trabajo en los establos de confinamiento industrial. Pero fue solo después de comenzar a escribir mi tesis – que llevó al libro – que empecé a preguntarme, esto está comenzando a sonar casi ridículo. Como si tratara a un establo industrial como si fuera una fábrica de neumáticos, y nadie dentro de ese establo pensaba que solo era una fábrica de neumáticos, ¿verdad? Obviamente estaban muy conscientes de que estaban criando miles y millones de cerdos. Y mientras comenzaba a escribir, empecé a ver que en la práctica era muy difícil mantener separadas las condiciones de los cerdos y las condiciones del trabajo. Casi requería de un esfuerzo forzado para separar estas dos cosas. Constantemente encontraba que la genética deteriorada o lesionada de los cerdos afectaba dramáticamente el carácter del trabajo. A la inversa, el propio trato del trabajo y el estatus del trabajo asalariado en esta área, a su vez, realmente afectaba la genética animal. Y simplemente, las condiciones de vida de los cerdos y las condiciones laborales de los humanos estaban completamente entrelazadas. Y, sabes, tal vez eso, para concluir, me hizo pensar, bueno, tal vez desde el principio no estaba tomando el capital y el trabajo lo suficientemente en serio. En este contexto de criar cerdos, de matar cerdos – donde la automatización es limitada, ¿verdad? – todavía necesitamos a miles de personas trabajando en estos lugares debido a la variación en los cuerpos de los cerdos y otras cosas. En este contexto, sabes, se requieren cantidades increíbles de trabajo, cantidades increíbles de explotación laboral. Y eso, a su vez, realmente acerca a los cerdos y a los humanos y crea relaciones fuertes de – a falta de una mejor palabra – intimidad en el lugar de trabajo.

00:07:16 Jennie: Solo voy a hacer otra pequeña pregunta – porque esto que dices es realmente interesante – que es solo preguntarte, ¿sentiste que desarrollaste una relación personal con los cerdos?

00:07:28 Alex: He pensado mucho en esa pregunta, y no sé si fue finalmente un problema mío en ese momento – casi como si estuviera creando mecanismos de defensa mientras trabajaba en la inseminación artificial. O es el propio entorno en el que, sabes, hay como 2,000 cerdos encerrados en jaulas de gestación y solo interactúas con ellos de una manera. Pero la respuesta larga y corta es que no, en ese momento no. Sabes, experimenté una gran parte del trabajo como repetición. Me gusta pensar en la metáfora de cuando entré por primera vez a los establos de cerdos, que, sabes, debajo de ellos acumulan grandes cantidades de estiércol. Ese primer día de trabajo, solo sentí como un asalto sensorial. Pero en uno o dos días, me volví insensible. Y realmente fue después, después de hablar con la gente, después de escribir y enseñar, que casi tuve que preguntarme qué es lo que me pasaba durante ese período.

00:08:25 Jennie: Eso es brillante. Gracias, Alex. Bueno, estoy muy interesada en escuchar sobre los significados que ves que se están creando en estas formas de producción. Entonces, como antropólogo, ¿qué declaración sobre el significado crees que estabas haciendo en tu análisis de las relaciones entre cerdos, humanos y capitalismo?

00:08:43 Alex: Sí. Sabes, creo que cuando hacemos trabajo etnográfico, muchos de nosotros tenemos estos momentos de “wow”, ¿verdad? Estos momentos donde dices “vaya, no esperaba eso” o “no vi eso venir”. Y el mío fue cuando estaba siguiendo a los gerentes, ya sabes, acompañando a directivos en su día a día, ya sea gestionando rutas de transporte o gestionando mataderos, o incluso gestionando instalaciones de biodiésel que toman toda la grasa y la convierten en combustible. Y una cosa que noté cuando hacía esto era que la mayor parte de mis días se pasaban resolviendo crisis tras crisis. Sabes, ha estallado una enfermedad en este establo, los niveles de producción son bajos aquí, hay algo mal con la grasa que está llegando a la instalación de biodiésel y está creando todo tipo de problemas. Todo el día era como solucionar problemas y gestionar crisis.

Eso me sorprendió un poco y me hizo empezar a pensar en este lugar de una manera diferente. ¿Por qué? Sabes, el lugar al que fui en las Grandes Llanuras es como la instalación de producción de cerdo más integrada verticalmente en el mundo, al menos en ese momento. Eso significa que poseen, directamente, todo, desde la genética hasta una buena parte de los 1,100 productos diferentes que salen de los cerdos después. Se presentan a sí mismos como si casi estuvieran alcanzando una nueva fase en la producción de la vida, ¿verdad? Y lo han estado haciendo durante 15 años. Eran, según todos los informes, rentables y demás. Y parecía que, después de todo este tiempo, realmente habían manejado este sistema donde controlaban la vida y la muerte de una manera realmente poderosa. Pero al trabajar dentro de estas operaciones, simplemente llegué a verlas como constantemente intentando gestionar fallos en el proceso. Quizás la escala se ha vuelto demasiado grande o quizás, sabes, están tratando de hacer cerdos cada vez más uniformes para acelerar la producción. Y eso ha creado nuevos problemas. Sentí que en cada momento que intentaban realizar nuevas formas de crecimiento, creaba algún tipo de bloqueo o crisis en otro lugar.

Eso se convirtió en un tema constante de mi investigación y de hecho en un enfoque del libro. Una vez escuché al CEO de la empresa decir: “Hemos integrado verticalmente el proceso. Poseemos todo. Ahora necesitamos integrar a nuestra gente”. Eso es decir – y él estaba llegando a algo que creo que es muy cierto – ya sea trabajando o gestionando la inseminación artificial o el matadero o la producción de biodiésel, estos son procesos materiales completamente diferentes. Y lo que siempre encontré es que las personas ubicadas en cada uno de estos segmentos tenían sensibilidades realmente distintas sobre lo que era la granja industrial en primer lugar y, a su vez, sensibilidades distintas sobre lo que significaría lograr un mayor y adicional crecimiento y lucro y otros tipos de, ya sabes, dictados capitalistas. Para mí, eso me puso en un camino de pensar sobre los significados y orientaciones muy distintas que las personas tienen hacia este proyecto en la granja industrial en primer lugar. Ya sabes, desde casi afuera, la granja industrial parece casi banal, hiper racional, brutal, pero una forma sobria de hacer negocios ¿verdad? Muy calculada. Desde adentro, realmente se sienten casi como experimentos en la producción masiva de la vida. Y eso es complicado porque, ya sabes, tenemos estas operaciones que están manejando 7 millones de animales, una operación potencialmente arriesgada en un solo lugar sin tener aún, argumentaría yo, un sentido claro de hacia dónde va esto o incluso cómo hacerlo por completo.

00:11:44 Jennie: Oh, eso es realmente fascinante. Entonces, es como este delicado equilibrio entre, ya sabes, si ajustas un lado de esta enorme operación pues tiene impactos en el otro lado.

00:11:52 Alex: Absolutamente. Sí. Cuando estás hablando de 1,100 códigos de productos diferentes que salen de un cerdo, es una cantidad enorme de demandas, proyectos y formas de trabajo que pulsan a través de esta criatura o carcasa, y siempre se encuentran en un equilibrio delicado.

00:12:08 Jennie: Sí. Como sabes, nuestro proyecto de investigación está enfocado en la encarnación de las desigualdades, lo que habla mucho de las cuestiones de raza y de clase de las que hablabas antes. Así que, la encarnación de las desigualdades generadas en este Antropoceno. ¿Puedes hablarnos sobre la encarnación humana de su relación con los cerdos, tanto directa como indirectamente? ¿Y considerarías esta como una especie de relación simbiótica?

00:12:31 Alex: Sí. Creo que es una relación de enredo radical, como les explicaré en un segundo. Como los cerdos y los humanos – o debería decir cerdos industriales y trabajadores asalariados – están completamente entrelazados y son codependientes dentro de estas operaciones. Si tomamos simbiótica para significar una relación mutuamente beneficiosa, entonces pues no, de ninguna manera. Me gusta pensarlo de esta manera: para mí, una de las cosas más impactantes de trabajar en estas operaciones fue la división del trabajo. Sabes, una gran corporación que podría generar 7 millones de cerdos en un año probablemente emplea a unas 5,000 personas. Lo que suena como mucho, pero en realidad es una fracción de las personas que habrían sido empleadas o que habrían trabajado como agricultores o algo así en un sistema menos concentrado e integrado. Así que hay menos trabajo asalariado en total. Pero una cosa que encontré es – y creo que argumentaría que es fundamental para el proceso de la industrialización de la vida – es que hay más posiciones laborales. Es casi como la antigua fábrica de alfileres de Adam Smith, ¿verdad? Como si dividieras las formas de trabajo cada vez más finamente, puedes producir más cosas.

Para mí, una cosa que argumentaría es que la industrialización de la vida y la muerte de los cerdos en realidad se trata de considerar más y más de sus funciones vitales como trabajo asalariado, mediando más de su vida a través del trabajo. A veces eso es banal, ¿verdad? Como obviamente en la agricultura, pues alimentas a los animales, ¿verdad? O les proporcionas algún tipo de refugio, ¿verdad? Ese es un ejemplo. Pero en este lugar de trabajo, empecé a presenciar solo intervenciones realmente radicales en la vida de los animales. La inseminación artificial es obviamente un ejemplo, ¿verdad? Uno que está mediada por la reproducción sexual. Pero aún más, sabes, en un establo en el que estaba trabajando, la empresa estaba experimentando con lo que en Europa se llaman “genes hiperprolíficos”, lo que significa que muchos cerdos nacen en una sola camada. Y lo que eso puede implicar es que muchos cerdos se desarrollan en el útero con, ya sabes, un acceso limitado a nutrientes, y emergen raquíticos o frágiles o necesitados de algún tipo de asistencia para su desarrollo muscular. Y entonces de repente, cuando estaba trabajando en la entrega y el parto de lechones, estaba viendo a todos mis compañeros de trabajo construyendo yesos para los cuerpos de los cerdos, pasando sus días solo tratando de ayudar a estos lechones a sobrevivir. Otra persona con la que trabajé se dedicaba casi por completo a la epidermis del cerdo, a su piel. Sabes, estaban tirados todo el día en estas mil jaulas de gestación, sin poder moverse, desarrollando llagas en el cuerpo. Y este tipo iba de un lado a otro durante horas con una botella de yodo, rociando donde pensaba que veía una llaga desarrollándose para que no se convierta en una infección o un absceso o algo más serio, ¿verdad? Hasta el punto de que, si extrapolamos eso, las condiciones de vida que han generado en estos establos requieren que alguien actúe como un trabajador de la piel, ¿verdad?, para mantener la epidermis del cerdo. Este es un ejemplo.

Pero para mí, es como si pudiera darte muchos ejemplos más de cómo la existencia de los cerdos está cada vez más mediada y condicionada por el trabajo asalariado. Y creo que esto tiene consecuencias profundas en términos de la conjunción de humanos y animales. Una de las cosas que encontré en mi investigación fue que los gerentes se habían preocupado de que las enfermedades de los cerdos – no enfermedades zoonóticas, no aquellas que nos dañen a ti o a mí, sino enfermedades de los cerdos que ralentizan su crecimiento – podrían estar transfiriéndose a través de los cuerpos de los trabajadores fuera del trabajo y así potencialmente infectando nuevos establos de cerdos. Entonces, implementaban una política que dicta que alguien que trabaja, digamos, en un centro de inseminación de verracos, no puede vivir con alguien que trabaja en un establo de cría o en un matadero, ¿verdad? De repente, la fragilidad de estos cerdos, su debilidad, su homogenización y fragilidad llevaron a los gerentes a sentir que tienen que salir de los establos y realmente monitorear los formularios de nómina de los trabajadores, para ver quién vive con quién y quién se relaciona con quién fuera de los establos.

Por el contrario, a esto se le podría dar la vuelta. Hablé antes sobre estas genéticas que llevaron a muchos cerdos a ser raquíticos. Bueno, esas genéticas requieren cantidades increíbles de trabajo, ¿verdad? No es que esté automatizado en absoluto. Tienes que realmente cuidar a estos cerdos para mantenerlos vivos. Para eso se necesita mucha gente y mucha gente con la capacidad de cuidado. Eso para mí no sería posible si no fuera por los salarios relativamente bajos en las zonas rurales de los Estados Unidos hoy en día, lo cual está inseparablemente ligado a políticas fronterizas, migración y demás. Y, a su vez, siempre podemos decir que, no creo que se pudieran implementar esos tipos específicos de genética porcina sin algún tipo de jerarquía racial del trabajo en las zonas rurales de los Estados Unidos.

00:17:21 Jennie: Eso nos lleva perfectamente a mi siguiente pregunta, que es, ¿qué dice esto de las sociedades humanas en el Antropoceno y nuestra relación con los animales? Porque hay múltiples formas de entender este tipo de relación altamente entremezclada, incluso como una relación de codependencia.

00:17:38 Alex: Sabes, mi respuesta – y espero que perdones la abstracción – creo que hay muchas cosas diferentes que esto probablemente dice sobre las demandas que se están imponiendo tanto a los animales como a los seres humanos para mantener estos tipos de sistemas. Pero para mí, creo que dice mucho sobre la adicción al trabajo – por falta de una mejor palabra – que hay en nuestra sociedad. Nuestra incapacidad para simplemente dejar algo sin trabajar o no encontrar una manera de trabajar las cosas más y más rápido.

Dije antes que hay 1,100 productos que salen de estos cerdos, ¿verdad? Como 1,100 códigos de productos diferentes, muchos de los cuales son diferentes cortes de carne, pero muchos de los cuales son cosas que nunca reconoceríamos para nada como un cerdo, ya sea biodiesel o diversas formas de aditivo para asfalto o lo que sea. Desde ciertas perspectivas, se podría decir como “Oh, esto es tan eficiente. Ya sabes, están usando todo el cerdo, no están desperdiciando nada” y demás. Y yo estaba como, “No, tenemos que entender esto estructuralmente en términos de capital.” Esto se trata de transformar este ser vivo y moribundo en un sitio o un terreno para la explotación laboral. Se trata de intentar encontrar más y más formas de trabajar y laborar a estos animales. Para mí, esto no es eficiencia en lo absoluto. Se trata de un intento de convertir una especie viviente en un programa cuasi laboral. Y en una sociedad como – argumentaría, la mía y la tuya – que está tan atada a que todos trabajen y constantemente busca que más y más personas sirvan al capital o a la sociedad. Este tipo de cerdo, por el cual hay 2,000 puestos de trabajo diferentes dentro de su forma biológica, es un resultado de todo esto. Y quizás esa es la pregunta que siempre me hago, que si una sociedad centrada en el trabajo en sí es sostenible, ¿verdad? Como una sociedad donde se espera que todos salgamos y trabajemos 40, 50, 60 horas a la semana, si eso en sí es sostenible, y me parece que, desde las necesidades energéticas hasta el consumismo, gran parte de las mismas cosas que están transformando el planeta son inseparables del impulso de conseguir que la gente trabaje.

00:20:03 Jennie: Pero lo que es muy interesante sobre lo que acabas de decir es que, por supuesto, en medio de eso, también hay personas que realmente están cuidando a estos animales. Así que, para hacer su trabajo y como parte de su trabajo, están permitiéndose desarrollar algún tipo de intimidad al cuidar el bienestar de estos cerdos. Así que, es como si… tienes todas estas cosas diferentes sucediendo al mismo tiempo, mientras que, leyendo tu libro, realmente pude ver esta estructura del capitalismo y este deseo de aumentar el beneficio económico y demás. Pero luego, dentro de eso, hay este lado de verdadero cuidado por el animal.

00:20:43 Alex: Sí. Y no creo que sea una contradicción decir que si vas a intentar producir 7 millones de cerdos en un año, ¿verdad?, en una región de 100 millas de radio, si vas a intentar producir cerdos a esta escala, en realidad necesitas formas de cuidado. En realidad, necesitas que los trabajadores adopten esta ética de intentar salvar a cada cerdito raquítico. Es decir, si llevas a los cerdos a este nivel de fragilidad, necesitas que los trabajadores asuman lo que yo llamaría la carga de intentar salvar a estos animales. Y, sabes, típicamente, creo que la gente tal vez piensa en las granjas industriales e imagina a los trabajadores tratando a los cerdos como objetos. No encontré eso en lo absoluto. Encontré a algunos trabajadores trabajando casi hasta el punto de agotamiento, para intentar cuidar a los cerdos de alguna manera, a pesar de estas condiciones brutales, o tal vez solo tratando de realizar alguna clase de ética personal para ellos mismos mientras trabajan en un espacio que muchos de los mismos trabajadores dirían que es brutal. Pero el desafío era precisamente, sabes, qué o cómo pensar de eso en este contexto donde los trabajadores están esforzándose mucho para dar a los animales una existencia decente – aunque corta – al mismo tiempo que se enfrentan a un sistema que constantemente demanda más y más de los cerdos.

00:21:58 Jennie: Sí. Entonces, sabes, eso dice mucho de los humanos que tengan esa vocación. Quiero decir – solo como una pequeña anécdota completamente al margen – crecí en una granja, y mi madre era una de las personas que se encargaba de los cerdos, y muy a menudo los teníamos en la cocina, a los raquíticos en una caja en la cocina hasta que podían levantarse y empezaron a correr y pues ya era un poco, sabes, imposible de tenerlos en la cocina. Bien, entonces, mi última pregunta. En el libro, eres muy cauteloso al enfatizar que hay muy poco desperdicio y, por lo tanto, una mínima contaminación en la producción de los cerdos. Pero, ¿de qué maneras están cambiando estas granjas industriales el medio ambiente a nivel local e incluso global?

00:22:38 Alex: Sí. Entonces, creo que esta es una pregunta sobre la llamada “eficiencia” o lo que realmente pensamos que significa ese término en primer lugar. Y esto no es reciente. Esto se remonta a la década de 1890. Los empacadores de carne de Chicago, que infamemente decían, ya sabes, “usamos todo menos el chillido.” Desde hace mucho tiempo en la producción industrial de carne ha habido un esfuerzo para cubrir los gastos y sacarle provecho de todas las cosas no cárnicas en los huesos y la sangre y los órganos y demás. Y eso solo ha aumentado en los últimos 120-130 años. Estas empresas no desperdician prácticamente ninguna parte del cerdo. Intentan obtener beneficio a través de cada microgramo de la especie. Y en ese sentido, podríamos decir, bueno, son eficientes, o hay muy poca contaminación en el sentido de que no están tirando huesos, ¿verdad? No están tirando cientos de miles de libras de huesos cada día.

Por otro lado, si lo vemos desde otra perspectiva, todo el proceso en sí es tremendamente ineficiente, ¿verdad? La carne – y esto es cierto para otras formas de agricultura animal más allá de la ganadería industrial – la carne es un uso increíblemente ineficiente, por así decirlo, de los cultivos. El proceso de convertir cultivos de alimentación y calorías en carne ha moldeado la superficie del mundo más que casi cualquier otra cosa. Entonces, dentro de estas corporaciones y granjas, pueden parecer eficientes, pero cuando sales y ves cómo se ha transformado todo el medio oeste de los Estados Unidos para alimentar a estos cerdos o vacas, de repente todo esto parece mucho menos eficiente. Ciertamente, incluso dentro del sistema, donde intentan no desperdiciar ninguna parte vendible del cerdo, seguimos viendo toneladas de fugas. En los mataderos, a pesar de los esfuerzos por usar cada pieza del cerdo, aún hay rastros de grasa y sangre que se acumulan hasta el punto que abruman a las instalaciones locales de tratamiento de aguas residuales que intentan gestionar millones de galones de excremento de cerdo, hay fugas de los campos que drenan hacía y contaminan a los cuerpos de agua.

Y las empresas ni siquiera saben que existen muchos de estos problemas ¿verdad? La mayoría de las enfermedades zoonóticas provienen de animales de granja, especialmente de los de granjas industriales. Hay un enorme problema – y he escrito sobre esto – de genes que generan resistencia a los antibióticos y que crecen en el excremento. Todas estas son formas de fuga que están transformando los entornos locales y globales. También podríamos hablar de las emisiones de metano. Estos problemas ni siquiera se consideran cuando la ganadería industrial es visto puramente como la producción de productos comercializables. Además, para mí – y aquí hay una pregunta más amplia sobre qué entendemos por desperdicio en primer lugar, ¿verdad? – no hay nadie exigiendo que convirtamos toda la grasa de cerdo en biodiesel para mezclar discretamente con motores diésel en el tanque de gasolina, ¿verdad? Esto solo existe porque las empresas están tratando de generar más ganancias marginales. Por otro lado, cuando involucras a un montón de estudiantes de doctorado, trabajadores y demás en la extracción de grasa de cerdo para encontrar 1,101 productos, por lo incomodo que sea pues a mí me gusta preguntar: ¿Es esto un desperdicio o no? ¿Cuánto de este trabajo es necesario y cuánto es puramente al servicio del crecimiento continuo del capitalismo? Para mí, esta es la tensión que subyace a estas operaciones y claro quizás la tensión que surge al tratar de realizar un sistema que no deseche nada en absoluto.

00:26:38 Jennie: Es súper interesante. Sí, quiero decir que me parece fascinante la cantidad de excremento de cerdo debido a que, por supuesto, pensando antropocéntricamente, ¿cómo afecta esa cantidad de excremento de cerdo a la superficie del suelo y a los cultivos que se generan allí? No tiene lugar en la ecología normal de una región. ¿Cómo el reciclaje o reutilización de todos estos productos está teniendo un efecto secundario en cambiar el medio ambiente? Y de nuevo, en lo que estamos comiendo, porque se cultiva en el suelo que recibe este excremento de cerdo.

00:27:11 Alex: Sí. Durante años, el excremento era un producto agrícola valorado. Actúa como un fertilizante, pero se vuelve problemático cuando lo acumulas en millones de galones en una región pequeña. De repente, no hay suficientes campos para desechar este excremento. Pasé mucho tiempo trabajando con gerentes de recursos ambientales que intentaban desarrollar sistemas y rotaciones para desechar el excremento en los campos sin causar escorrentía y flujo de nutrientes hacia los cuerpos de agua. El excremento había pasado de ser algo beneficioso dentro de un sistema a algo que debe ser cuidadosamente gestionado y eliminado.

Estamos viendo todo tipo de esfuerzos en este momento para, entre comillas, “resolver” el problema creando otra mercancía más, tomando toda este estiércol y convirtiéndolo ahora en biogás a través de digestores anaeróbicos. Hasta ahora, este sistema no está completamente implementado. Y me parece que aún tenemos este problema perenne. Sabes, tomamos el ejemplo de Carolina del Norte, que es propensa a huracanes, lluviosa, húmeda y hogar de una gran cantidad de cerdos industriales. Sabes, parece que cada 6 o 7 años, un huracán masivo atraviesa y hay un desastre ambiental de inundaciones, y el estiércol se va por todas partes a través de los cuerpos de agua. Y quizás para mí, ese es el punto más importante aquí. Al final del día, creo que necesitamos dar un paso atrás y tratar de manejar los 7 millones de cerdos, seres que generan, ya sabes, cuatro veces más estiércol que la población humana en el estado de California, y lo estás haciendo con fosas sépticas al aire libre. O incluso tan solo imaginando que se puede manejar en esta área tan confinada ¿verdad? Y ya sea que estemos hablando de estas cantidades masivas de estiércol o de todos los genes de resistencia a los antibióticos en el propio estiércol, creo que tenemos que reconocer que no estamos tratando con la misma sustancia de 1880 o algo así. De hecho, estamos tratando con una sustancia altamente compleja, técnica y riesgosa y, ya sabes, aún tratándola como si fuera, bueno, el excremento de cerdo de hace 200 años.

00:29:32 Jennie: Sí. Y estoy segura de que también tiene rastros de todo tipo de productos químicos y antibióticos y todo eso. Sí. De todos modos, ese es un punto brillante para terminar. Muchas gracias, Alex. Tu participación en esto ha sido absolutamente brillante. Antes de despedirnos, ¿querías agregar algo más?

00:29:48 Alex: Bueno, lo único que agregaría es que hay un riesgo cuando estamos hablando de cosas como la cría intensiva, y especialmente el crecimiento de la cría intensiva en los últimos 30 o 40 años, de que simplemente terminemos contando una historia que hace parecer que las cosas no pueden cambiar, que simplemente van a seguir empeorando, que este es un proceso que ha estado ocurriendo desde, digamos, la década de 1890, y que simplemente se intensifica con el tiempo. Y ese es un riesgo. Pero en realidad no creo que sea cierto.

Si realmente consideramos las formas en que los humanos y los cerdos están recién unidos y entrelazados a través del trabajo, creo que en realidad se abren posibilidades para que las cosas podrían ser diferentes. Últimamente, en mi nueva investigación, he estado tratando de retroceder y pensar en este período desde la década de 1940 hasta la de 1970, cuando los sindicatos en los mataderos estadounidenses eran realmente fuertes. Y al igual que los sindicatos o muchos sindicatos hoy en día, abogaban por mejores salarios, mejores condiciones de trabajo en general. Pero lo que realmente intentaron hacer fue limitar la velocidad del matadero, el piso de sacrificio. Intentaron limitar, digamos, que “solo” se podían sacrificar 6 o 7,000 cerdos en un día, en lugar de los 20,000-21,000 cerdos que una gran planta podría sacrificar hoy en día. Básicamente intentaron limitar el trabajo. Y he estado investigando esto, y realmente creo que es sorprendente. En la práctica, los trabajadores estaban haciendo esto para tratar de hacer que el trabajo fuera menos agotador, menos brutal, para tratar de limitar las lesiones por movimientos repetitivos. Pero he comenzado a preguntarme ¿cuánto algo como una limitación en las velocidades de la línea, o una limitación centrada en los trabajadores en las velocidades de la línea, cambiaría las condiciones corporales y de vida de los cerdos? Todavía estoy trabajando en esto y pensándolo, pero estoy bastante seguro de que muchas de las cosas asociadas con la cría intensiva: confinamiento en interiores, genética radicalmente uniforme, tal vez incluso antibióticos antimicrobianos, serían al menos menos necesarios de lo que lo son hoy. Si no estás tratando de sacrificar un cerdo cada tres segundos, como intentar sacrificar 18,000, 19,000, 20,000 cerdos al día, necesitas mucha menos uniformidad en los animales. Y para mí, eso es solo un pequeño indicio – y estoy tratando de desarrollar algunas más – de las formas en las que la atención a las condiciones de trabajo, y en realidad la atención al trato de los trabajadores humanos, a veces tiene efectos dramáticos en la vida animal, la biología animal y la genética animal. Y para mí, esto señala que tenemos que dejar de tratar las condiciones de los trabajadores humanos y el bienestar de los animales como problemas completamente separados. Los cambios en uno afectan al otro y viceversa. Y tal vez eso puede ser un espacio para nuevas aperturas o nuevas imaginarias de cómo podríamos ayudar a transformar y, en última instancia, mejorar estas instituciones.

00:32:56 Jennie: Así que me gustaría agradecer a todos por escuchar e invitarlos a seguir reflexionando con nosotros sobre estos temas en otros episodios. Entonces, estas otras disciplinas y temas nos brindarán nuevas perspectivas sobre los diferentes desafíos planteados por el Antropoceno y las desigualdades en la salud de las poblaciones humanas y no humanas.

00:33:19 Nehla: Este episodio fue grabado virtualmente entre Estados Unidos y el Reino Unido. Jenny Gamlin escribió el guion y realizó la entrevista. Nehla Djellouli prestó su voz para las melodías. Gabrielle Martínez se encargó de la producción general y la escritura del guion, y Juan Mayorga se encargó de la edición de audio y la postproducción. Este podcast es una colaboración internacional entre University College London en el Reino Unido, la Universidade Federal do Rio Grande do Sul en Porto Alegre, Brasil y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social en Oaxaca, México.

Puntos de aprendizaje

  • ¿Cuáles son las consecuencias ambientales de “usar cada parte del cerdo”?
  • ¿Es esta fabricación de 1,100 productos en realidad una producción de desechos?
  • ¿De qué maneras se entrelazan los humanos y los cerdos a través del proceso laboral?