Los pueblos tradicionales y las poblaciones indígenas han sido sistemáticamente retratados como víctimas indefensas del cambio climático en los debates sobre sostenibilidad. En la agenda 2030 de las Naciones Unidas, con sus 17 objetivos de desarrollo sostenible, por ejemplo, se les considera poblaciones cuyo patrimonio cultural y supervivencia física deben ser protegidos por los gobiernos y las agencias multilaterales. En contra de esta tendencia, es notable que uno de los informes de 2022 del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) reconoce el valor del conocimiento indígena y recomienda que se integre en los procesos de coproducción de la gobernanza ambiental, incluyendo la modelización participativa y los servicios climáticos. Pero, ¿cómo se integra el conocimiento indígena en estas políticas creadas por científicos occidentales? Renzo Tadei nos muestra, a través de un análisis del IPCC y el conocimiento generado sobre el cambio climático, que el conocimiento indígena ha sido aclamado en los discursos de conservación, pero no ha sido utilizado de manera adecuada.